El ancho de espada ruso

Desde su cabeza casi calva, la sonrisa a medio exhibir, piel blanca y gestos parcos. Nada que lo haga un jugador marketinero. Generalmente suele pasar desapercibido, a pesar de haber estado ocupando puestos de vanguardia durante varias temporadas en forma consecutiva. A pesar de ser la raqueta númerouno de su país, nunca fue considerado como un líder. Fue la sombra del ya retirado ex número uno Marat Safin. No era para menos. Marato no solamente otorgó alegrías a su pueblo adjudicándose Grand Slam. También, junto con Yevgueni Káfelnikov, supo ser una pieza fundamental a la hora de jugar la Copa Davis. Pero ya es historia vieja lo de Safin, y la responsabilidad máxima ahora recala en Nicolay Davydenko, número cinco del escalafón mundial. Tras tres meses de ausencia, producto de una fractura en su mano izquierda, Davydenko volvió a pisar un court y su vuelta no fue para nada auspiciosa.Por la segunda ronda de Halle, fue derrotado por un jugador de menor envergadura como lo es Benjamin Becker. Su actualidad no es de la mejor, pero sin duda alguna se presentará como el jugador más peligroso en la serie que enfrentará a Rusia y la Argentina a partirdel próximo 9 de julio.Cuenta con grandes convicciones en sus golpes, certeza temperamental y fuerza de poder para revertir resultados angustiosos, transformándolos en victorias jerárquicas (como supo hacer sucedió en Doha 2010, ante Nadal). Solvente en el servicio, es completo, si se mira también la volea (sin tomarse esta como la mayor virtud del ruso). La especialidad de la casa, infalible, ese espíritu correcaminos que hace insospechado creer que no podrá llegar a una pelota complicada, esquinada, corta, o semi muerta. Todo un robotito.