Tito Vázquez: "Hacemos camino al andar"

Luego de la notable victoria en Moscú, el capitán de Copa Davis analiza a los jugadores y ya piensa en lo que vendrá.

El café del desayuno es la excusa para que El Capitán Tito charle con Clarín tras la imponente victoria (3-2) ante Rusia. Las semifinales de la Copa Davis frente a Francia aparecen en el horizonte, pero Modesto Vázquez comienza su breve tiempo de rélax. Cuando habla mueve su cabeza y mira hacia adelante, pero cuando dice algo con cierta picardía busca los ojos del interlocutor.
Tito, ¿cómo es el día después del triunfo? Hay una satisfacción y un cansancio lógico por la tensión que tiene un partido que juega Argentina. Es diferente a jugar un torneo individual y esta serie terminó en el quinto punto como las otras dos anteriores.
La victoria se asemeja a un milagro, pero detrás también hubo una estrategia. ¿Fue así? No había que ser muy intelingente para darse cuenta de que David (Nalbandian) era el jugador más importante del equipo y que había que arriesgar con él en los dos singles. Rusia era compacto y los cinco puntos, muy fuertes. A veces uno tiene esperanza de que los otros singles ganaran un punto, pero no sucedió. Y apostamos al doble, que era factible, pero no fácil para Schwank y Zeballos. Por eso, su actuación se sumó a esta victoria importante.
Se ganaron dos matches y quedarían dos más para ganar la Copa. ¿Es posible con este pensamiento y estos jugadores, o es necesario que se incorpore Del Potro? Si fuera por cábala, con los mismo jugadores. Pero no es así. Cuando con Rivera estamos a cargo de la elección de jugadores, se premia al jugador que está mejor en ese momento. Faltan dos meses para el partido con Francia y hay que ir con la misma humildad, y sin estar sobreexcitados por haberle ganado a Rusia. Jugadores como Del Potro o como Nalbandian, en esa exigencia de competencia, son irremplazables.
Sin tener en cuenta los resultados, ¿cuál ha sido el éxito más importante de su gestión? (Piensa) Creo que fue importante trabajar con Rivera porque, en una situación delicada como es la Copa Davis, cuatro ojos ven más que dos... Y te saca el stress. Pero la gestión recién comienza. Y creo que hacemos camino al andar. Falta mucho para decir que uno está satisfecho con la gestión. Ojalá que los jugadores vayan creciendo y evolucionando lo mejor posible para tener el mejor equipo. Fue difícil desde que empezamos porque había una generación que consiguió los mejores logros y quizás las mejores oportunidades. Y ahora aparecieron estos tres jugadores que pertenecen a una generación nueva, que está creciendo. Ojalá que asomen muchos más.
Estableció nuevas reglas como capitán. ¿Cómo le fue? Los entrenadores colaboran, pero está en el sentido común que trabajen todo el año en el desarrollo del jugador, que es lo más importante. Cuando los tenistas llegan a la Davis y tenemos tres o cuatro días previos al partido, es muy poco el tiempo para trabajar. Y se necesita fortuna.
¿Qué le agregaría al jugador argentino? Hoy hablar de tenis es hablar de individualidades. Y cada jugador es totalmente diferente. ¿Quién es el jugador argentino? ¿Del Potro? ¿Nalbandian? ¿Vilas? Creo que un jugador necesita el ejemplo de los mejores. Y eso es trabajo, estabilidad emocional, bancarse los momentos malos como si fueran momentos buenos, evolucionar constantemente y desarrollar su personalidad. Hay jugadores que lo tratarán de hacer y otros que estarán conformes cómo están.
¿Aparece en sus sueños ganar la Copa Davis o todavía es algo que lo ve lejísimo? No, para nada. No aparece en mis sueños y ojalá lo pudiera hacer alguien por Argentina. No sueño que sea yo o el que sigue. Nos tocó con Caio estar en esta situación y lo hacemos lo mejor que podemos. Pienso en este momento, pero también apuesto al futuro. Este año nos tocó un sorteo que no da demasiadas posibilidades. Vamos paso a paso.
¿Cuando vuelva a Buenos Aires ya va a pensar en la semifinal con Francia? Ya está a la vuelta de la esquina. Ojalá que los jugadores que integraron el equipo sigan teniendo buenos resultados para que crezca la confianza. Y que algunos de los que están lesionados puedan conformar el equipo.

Clarin.com