“La Torre de Tandil”, desplazó del número cuatro a Andy Murray porque el británico no defendió el título en Doha. Sin embargo, el nuevo puesto le durará una semana porque el tandilense no juega en Auckland, donde fue campeón en 2009.
En el 2006, un chico oriundo de Tandil, comenzaba a incursionar en los torneos ATP. Por ese entonces, no llamaba mucho la atención, por lo menos en lo tenístico, ya que su aspecto físico y unos pelos al viento hacían que no pasara desapercibido, y más aún en el 2007, cuando conseguía su primera victoria en un torneo de Grand Slam (frente a Alessio Di Mauro en el Abierto de Australia). Era considerado como una promesa, como también lo fueron otros tantos que finalmente nunca terminaron cumpliendo con las expectativas. Su ránking, daba un notorio avance con respecto a su posición en el 2006. Lograba finalizar la temporada como el número 44 del ránking mundial, sacándose así la denominación de promesa. Con una apretada victoria frente a Jurgüen Melzer y con sus lágrimas, cada vez más se ganaba el cariño del tenis argentino.
Un año posterior llegaban los torneos, cuatro en total: Stuttgart, Kitzbühel, Los Ángeles y Washington. Estas cuatro victorias sumadas a buenas actuaciones en torneos de semejante envergadura como son Master 1000 y Grand Slam, generaron un notorio ascenso en su ránking (Nº9). No iba a ser la excepción el 2009. Sus victorias, entre las cuales se incluye la hazaña en Estados Unidos, lo dejaban como el quinto del escalafón mundial, ranking que iba a mantener por el resto de la temporada.
Una nueva gran noticia llegó ayer, 10 de enero: “La torre de Tandil” alcanzó por primera vez el puesto número 4 del ranking mundial, gracias a que el británico Andy Murray no pudiera defender los 500 puntos cosechados en Doha hace una temporada.
De esta forman, “Delpo” escribo una nueva página en la rica historia tenística argentina. Igualó la mejor posición de José Luís Clerc, y ahora va por David Nalbandian y Guillermo Coria (fueron número 3 del mundo). Igualar al gran Guillermo Vilas, fue el segundo mejor jugador en el año 77 donde debió ser número uno, parece una hazaña alcanzable si se tiene en cuenta su avance año tras año. Pero bajar a Roger y Nadal, hoy en día, parece una locura.
Ya sorprendió a propios y extraños ganando el US Open, lo que invita a soñar con una nueva hazaña: ¿llegará a ser número uno del mundo? Va en camino.
DANEL AYESTA
lunes, 11 de enero de 2010
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