El comienzo del 2009, mostraba a un Nadal a pleno ganando el primer Grand Slam del año. Los buenos resultados continuaron hasta el 3 de Mayo. En su superficie predilecta, el ibérico se quedaba con el Master 1000 de Roma. Pero luego de dicho certamen, una oscura realidad iba a vivir el actual número 2 del mundo. Roland Garros, no iba a ser su torneo como lo fue a partir del 2005. En los octavos de final, su villano era el sueco Robin Soderling. Tras ese torneo, el mallorquín comenzó con los bajos rendimientos productos de sus molestias físicas. El Master de Londres, se presentaba como la oportunidad para el gran regreso a la victoria, pero el español no lograba ganar ni siquiera un set en sus tres enfrentamientos. La Copa Davis se convirtió, en parte, en el consuelo para el ex número uno del mundo.
A pesar de esto, “El Matador” comenzó con todo su temporada 2010.
El español se adueñó del primer trofeo del año al imponerse en la exhibición de Abu Dhabi, con una victoria en la final sobre el sueco Robin Soderling por 7-6 (7-3) y 7-5. En su primer encuentro del certamen, le había ganado a su compatriota David Ferrer, jugador que ya confirmó su asistencia al ATP de Buenos Aires. El mallorquín destacó lo importante que fue para él comenzar el 2010 de esta manera: "Es importante comenzar la temporada con un triunfo, sobre todo porque para mí ha sido muy difícil ganar torneos en los últimos tiempos", señaló Rafa, que también pudo vencer por primera vez a Soderling desde que el sueco dio el gran golpe de 2009 al eliminarlo en Roland Garros.
La racha continua para “Rafa” ya que pasó a los octavos de final en Doha (1.024.000 dólares en premios), al vencer sin problemas al italiano Simone Bolelli por un doble 6-3. Otro italiano se cruzará en el camino del dos del mundo, será Potito Starace.
Una extensa temporada se viene por delante para el español. En el último año, especialmente en la segunda parte, se lo vio bastante irregular en su juego. Según él, producto de problemas físicos. La ATP no da prácticamente respiro, y Nadal por su juego de entrega constante, de pelear todas las pelotas como si fuesen las últimas, de correr, de devolver, puede llegar a necesitar un descanso en algún momento de la temporada. Si el físico no le juega una mala pasada, seguramente veremos a un Nadal imparable. No obstante si el español no se encuentra al 100 por 100, le costará mucho llevar a cabo una temporada aceptable.
FUENTE: DANEL AYESTA (www.elmejortenis.com)
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