A lo largo de la historia, Argentina contó con una gran mayoría de jugadores especialistas en polvo de ladrillo. Desde 1997, fue un clásico ver a jugadores argentinos cosechar títulos Atp sobre arcilla, pero en el 2009, sorpresivamente, se cortó la racha. En ese mismo año, sacando de lado los torneos challengers, solamente dos argentinos lograron cosechar ATPS: el caso de Juan Martín Del Potro (3) y David Nalbandián, a principio de temporada, pero dichos triunfos fueron efectuados sobre superficies rápidas. A principio de año, el unquillense y el tandilense se coronaban en Sydney y Auckland, respectivamente. El único que iba a seguir por el camino de la victoria era Del Potro que se quedaba con el torneo de Washington y Nueva York. Delpo tuvo su oportunidad de cosechar un certamen disputado sobre polvo de ladrillo, al poner contra las cuerdas al suizo Roger Federer en las semifinales de Roland Garros, pero finalmente el europeo se quedaba con el partido y luego con el título tras vencer a Soderling en la definición.
En lo que va de la temporada, tampoco se logró ganar certámenes sobre polvo y eso que ya se disputó la gira Latinoamérica. El que más cerca estuvo de triunfar fue Juan Mónaco. “Pico” llegó a la final de Costa Do Sauipe, pero en dicha instancia tuvo como verdugo al brasileño Tomas Bellucci. Además, llegó a las semifinales de Buenos Aires y del Atp 500 de Acapulco. Lo cierto es que hace mucho no llegan los títulos sobre la superficie que por siempre fue la más predilecta, en general, para el tenis nacional. Este dato lleva a plantearse el siguiente interrogante: ¿los albi celestes se sienten más cómodos sobre cemento en el último tiempo?
Del Potro y Nalbandián, con sus buenos resultados, demostraron que el cemento les sienta muy bien, pero cuando les tocó jugar en polvo de ladrillo respondieron muy bien. Prácticamente, tanto Delpo como Nalbi, se convirtieron en toda una garantía a la hora de recibir por la Copa Davis a rivales de buena envergadura. A pesar de los buenos antecedentes, se optó por jugar en cancha rápida, la definición de la Davis frente a España, y se perdió. Mónaco, siempre fue un jugador netamente de polvo de ladrillo, pero sorpresivamente llegó, por primera vez en su carrera, a los cuartos de final de un Master 1000 disputado sobre cemento (supo jugar los cuartos en Roma, pero el torneo se disputó sobre polvo). Leonardo Mayer, dejó de lado la gira latinoamericana para jugar certámenes en Estados Unidos. Con esta elección, demostró tener preferencia por el cemento. Horacio Zeballos, se cansó de ganar torneos Challengers sobre polvo de ladrillo, pero ni bien incursionó en los torneos Atp, supo jugar la final de San Petersburgo (cancha rápida), donde en un durísimo partido perdió frente al ucraniano Sergiy Stakhovsky por 2-6, 7-6 (10-8) y 7-6 (9-7). Además, en el caso de “Cebolla”, cabe destacar que le ganó hace unos días a un jugador de gran nivel como lo es el francés Gilles Simón, y sobre cemento. El caso de Juan Ignacio Chela y José Acasuso es distinto. A lo largo de sus carreras, se adaptaron mejor en los torneos jugados sobre polvo de ladrillo, y no tanto en los disputados en otras superficies. En el de Ciudad Evita, es importante destacar que supo llegar a los cuartos de final de Roland Garros, en la edición 2004. “Chucho”, disputó su última final sobre polvo (Viña del Mar 2009). Evidentemente, cada vez más los argentinos comienzan a tener mejores resultados en superficies rápidas. Tras el torneo de Miami, comenzará a desarrollarse la gira sobre polvo de ladrillo con importantes torneos. Será la posibilidad de ver si todavía quedan especialistas en dicha superficie, por el lado de los argentinos. Igualmente, hoy en día, los jugadores parecen adaptarse mejor al cemento que al polvo de ladrillo.
lunes, 5 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario