jueves, 29 de abril de 2010

Nueva teoría sobre el misterio

La situación de Juan Martín Del Potro cada vez genera más interrogantes. El tandilense acusó una lesión, tras participar en el Abierto Australia donde perdió por los cuartos de final frente al croata Marin Cilic, la cual lo iba a tener marginado del circuito mundial de tenis. En un principio, se habló sobre una tendiritis en la mano derecha. Todo hacía pensar que Juan Martín iba a recuperarse rápidamente para volver al ruedo. Pero sorpresivamente, no fue así. El argentino, exactamente, lleva 97 días de inactividad y comienzan a surgir rumores sobre su alejamiento del circuito. Aparentemente, según trascendió, irían más allá de una lesión.
Del Potro se entrena, pero dice que siente dolores en la muñeca. Gente que tuvo la oportunidad de presenciar un entrenamiento y está vinculados con la actividad, lo vieron pegar hace poco tiempo, y cuentan que su derecha sigue tan potente como siempre. Sin embargo, el jugador no se siente cómodo. Las dudas se renuevan, le vuelven a hacer exámenes y su vuelta sufre una nueva postergación. Básicamente, esto es lo que le estuvo pasando en los últimos tiempos. En un principio, Juan Martín iba a regresar en Miami, se bajó. Lo mismo pasó con Montecarlo y con lo que iba a ser su esperado regreso, la semana próxima o la siguiente en el Masters 1000 de Madrid. Hoy, Del Potro no tiene fecha para volver a jugar. El mundo del tenis hace ya un tiempo que habla algo que supera lo deportivo: aparentemente, el mejor argentino de la actualidad, sufriría de síndrome de pánico escénico.
Otra indicio que da a entender que la situación del actual número cuatro del mundo pasa por una cuestión extra tenística, es el poco diálogo que tiene tanto como su grupo de trabaja para la prensa del tenis mundial. A pesar de haber obteniendo grandes resultados deportivos a lo largo de su carrera, Del Potro generalmente mostró bajo perfil, al igual que sus allegados y grupo de trabajo, pero suele dar declaraciones y explicaciones. Las sigue dando. Igualmente, a la hora de responder sobre su situación, las pocas respuestas que ofrece son poco convincentes.
"No hay nada de eso", habría dicho su manager internacional, el italiano Ugo Colombini, a un programa radial acerca de problemas anímicos del tandilense. Al responder sobre la vuelta a las canchas, se lo escuchó dubitativo. "No sabemos cuándo volverá. Esperamos que se reponga 100 por ciento de la muñeca y después se verá el calendario", agregó Colombini.
Del Potro, fue revisado en los Estados Unidos, por uno de los mejores especialistas de mano del mundo, Richard Berger, quien recomendó cuatro semanas de tratamiento por una tendinitis residual. En estas horas, el tenista está otra vez allí, haciendo nuevas pruebas.
La pregunta que surge es: si la lesión no era importante, ¿por qué hace más de tres meses que no juega? O la dolencia en la muñeca derecha efectivamente es más grave de lo que dicen o hay algo más. En esta última afirmación se encuadran las supuestas dudas de Del Potro para volver a jugar.
A Juan Martín parece haberle afectado la fama. Todavía no está nada confirmado, pero los rumores que apuntan a cuestiones mentales son muy fuertes. La vida del tenis es muy dura. De pronto, de ser buenos jugadores, pasan a tener el mundo a sus pies. Juan Martín, a sus 21 años, vivió muchísimas experiencia. A los 19, se adjudicó su primer torneo tras vencer en la final de Stuttgart al francés Richard Gasquet. La buena racha iba a seguir: Kitzbuhel, Los Angeles y Washington. En el 2009, iba a conseguir a conseguir su único Grand Slam: el US Open. Tras derrotar en la final a Roger Federer, el tandilense comenzó a aparecer cada vez menos en el circuito. Por una lesión, no estuvo presente en algunos torneos, pero si jugó el Master de fin de año. En Londres, supo jugar la final perdiendo frente a Nycolay Davidenko. En lo que va del año, el único torneo que disputó fue Australia, donde se dudó sobre su presencia producto de una lesión.
El misterio de la ausencia de Del Potro también excede lo deportivo porque un jugador de tenis de su talla no sólo es un negocio en sí mismo, sino que también es parte de uno más grande. Sponsors como Nike, Wilson, Sony Ericsson y Gatorade no pagan por un tenista que no juega: compran su imagen exitosa. Para la empresa de telefonía, que a la vez es el title sponsor del Masters 1000 de Miami, ¿habrá sido lo mismo no tener justamente a una de sus figuras contratadas en la competencia realizada recientemente?
Por ahora, son simples conjeturas. El misterio no se resuelve. El mundo del tenis, y ni que hablar del público argentino, espera ansioso el regreso del último campeón del Abierto de los Estados Unidos. La fama y las constantes presiones pueden jugar de forma negativa. Del Potro, a los 16 años, ya estaba dentro de los 200 mejores del mundo lo que requería de una cierta responsabilidad. Como muchos tenistas, tuvo que privarse de muchas cosas para dedicar su vida al tenis. Salto una etapa importante, señalada por los especialistas como una de las razones por la cual los deportistas pueden llegar a caer en un pozo difícil de salir. Esperemos que no pase con Juan y que vuelve para seguir dándoles alegrías al tenis argentino.

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